Consejo 1: pule tu anillo regularmente
Un anillo de diamantes requiere algo de mantenimiento, pero la buena noticia es que puedes hacerlo tú mismo de manera rápida y fácil. Un pulido regular con un paño o un cepillo de maquillaje suave elimina mucha suciedad y polvo, lo que hace que tu anillo sea más brillante. Evita frotar con paños de microfibra, ya que pueden atascarse y provocar que la pelusa quede atrapada.
¿Tu anillo se ve muy grasiento o aburrido por usar loción para manos? Entonces te recomendamos que lo limpies con amoníaco, el mejor método para que tu anillo brille nuevamente.
Consejo 2: solo utiliza jabón suave
Ten cuidado con los productos de limpieza que usas para limpiar tu anillo de oro y diamantes. Haz una mezcla de agua tibia con una pequeña cantidad de detergente suave y sumerge el anillo en ella durante unos veinte minutos. También puedes usar unas gotas de amoníaco.
Luego retira el anillo del agua y cepilla cuidadosamente el diamante con un cepillo de dientes suave, pero no frotes el oro. Nunca uses pasta de dientes ya que es demasiado agresiva y puede causar pequeños rasguños, además de que también se seca entre las piedras preciosas y el engaste y es difícil de quitar.
Consejo 3: haz que un joyero revise tu anillo regularmente
Los joyeros aconsejan que un profesional revise el anillo una vez al año. Limpiarán el anillo a fondo y pueden detectar problemas con anticipación que aún no son visibles a simple vista. Si es necesario, el engaste se ajustará, para que el diamante esté colocado correctamente en el anillo.
Si lo deseas, los anillos de oro y platino se pueden pulir nuevamente, para así igualar pequeños rasguños, permitiendo que tu anillo de oro o anillo de oro blanco vuelvan a deslumbrar como el primer día.
Proteger tu anillo del daño
Limpiar tu anillo regularmente es vital para mantener el brillo de tu joya favorita. ¿Hay pequeños rasguños en tu anillo? Una limpieza profesional realizada por un joyero puede resolver esto, pero es aún más importante para evitar daños. Vamos a enumerar una serie de consejos prácticos.
Consejo 4: asegúrate de que tu anillo sea lo suficientemente grande
La talla de un anillo de oro con diamantes se mide con un instrumento de medición
Uno de los consejos de mantenimiento más valiosos para conservar tu anillo con diamantes sin arañazos es uno que se debe tener en cuenta cuando se compra el anillo. Asegúrate de que el anillo esté perfectamente hecho a medida. Puede sonar obvio, pero puedes evitar muchos problemas con él. Un anillo que es demasiado grande puede rayarse cuando se atasca en cosas como manijas de puertas o llaves de coche. Definitivamente debes tener cuidado con los anillos solitario.
Consejo 5: quítate el anillo cuando te bañes o duches
Es comprensible que cuando te acabas de comprometer y quieres lucir tu anillo de diamantes en tu dedo, seas reacia a quitártelo. Pero es muy importante quitarse el anillo cuando te bañas o duchas. Hay varias razones para esto.
La cal del agua dura y las grasas de los geles de ducha, hidratantes o cremas para manos pueden hacer que el brillo dorado de tu anillo se mate con el tiempo. El jabón, el champú y el acondicionador pueden atascarse y endurecerse debajo de la piedra o el engaste. En casos extremos, esto incluso puede tener un efecto perjudicial en la posición del diamante. Estos productos para el cuidado personal también pueden contener químicos corrosivos que pueden dañar tu anillo.